Manifesto friki

Me llamo Sergi Carballo Losada y soy un friki. Lo reconozco. Tengo 31 años y nunca me ha gustado ir de fiesta, ni siquiera cuando tenía 16. No fumo, no bebo, no me drogo (si exceptuamos el café y las pastas), no me depilo el pecho ni voy al gimnasio a ponerme cachas. Me gusta, en cambio, el ajedrez, la música clásica, las matemáticas, la biología y la física, la literatura y la filosofía, y una cosa que nos gusta a todos los frikis: pensar.

Frikis del mundo: escuchadme. Vosotros los que en clase de educación física nunca erais escogidos para jugar en el equipo de fútbol. Vosotros los que pesáis más de ciento veinte kilos y casi ya no cabéis por la puerta de casa. Vosotros los que pensáis que nadie del sexo opuesto se acercará a vosotros porque tenéis demasiados granos, os huele el aliento, no vais a la moda porque vuestros padres no pueden gastarse cincuenta euros en unos calzoncillos y no vais de fiesta porque odiáis la música máquina con todas vuestras fuerzas.

El momento ha llegado. Los últimos serán los primeros, ya lo dijo Jesucristo. Estamos en un momento de la historia de la humanidad en que la inteligencia y el talento se convertirán en el factor clave para obtener un puesto de trabajo o para simplemente hacer algo en esta vida. Los frikis estamos en todas partes, desde la cola del paro hasta la cátedra de neurociencias de las universidades más prestigiosas. Vuestra creatividad, hermanos frikis, se acabará imponiendo tarde o temprano. El único problema es como ganarse la vida mientras tanto. La revolución de la mente está a punto de desatarse. Una revolución en el pensamiento y en la ciencia como no ha visto este planeta en sus 4.600 millones de años de existencia.

Y los protagonistas seremos los frikis, aquellos que estudiamos una carrera a pesar de que el chulo piscinas del vecino ganaba 3.000 euros en la obra cada mes. Aquellos que hemos invertido nuestros años de juventud en estudiar, en leer, en pensar, en jugar al ajedrez o a rol, en cultivar nuestra mente antes que nuestro cuerpo.

El futuro es nuestro. Belén Esteban y su troupe de descerebrados tienen los días contados. El PP y el PSOE que nos han intentado robar el futuro también. Se acerca el día en que los frikis gobernaremos el mundo. Lo digo muy en serio. Y ese día se acabarán muchos de los problemas de este mundo, hasta que surjan nuevos problemas y tengan que ser nuestros hijos, los hijos de los frikis, los que resuelvan esos nuevos problemas.

En estos momentos de desesperanza, creo, al igual que Jeremy Rifkin, que hay que ser optimista. Os dejo estas palabras de Ernst Fritz Schumacher en “Lo pequeño es hermoso”, y disculpad si cito de memoria:

“Lo que necesitamos son optimistas que piensen que el desastre es inevitable a no ser que nos acordemos de quienes somos: una raza de seres dotados de una serie de dones extraordinarios que está destinada a ser feliz y a permanecer sobre la tierra. Conseguirlo requerirá muchos sacrificios y sinsabores, pero los optimistas de los que hablo nunca han temido al trabajo”

Frikis del mundo, ¡uníos! El mundo es vuestro.

Comentarios

DA ha dicho que…
Qué miedo que da!! el mundo en poder de los frikis!! y ¿quienes son esos frikis?...Yo jugaba a rol, pero no me considero friki...He estudiado una carrera, y no me considero friki...Vale, no peso 120 kilos pero no creo que por pesarlos seamos frikis. De hecho estoy en contra del uso de ese término. Quizás, en un principio tuviera un sentido en el ámbito de la informática, para definir a aquellos que hablan con un lenguaje técnico indescifrable o que pasan horas y horas hablando, pensando, soñando con temas relacionados con la informática, y que al resto de los mortales se nos antojan raros. Pero usarlo para definir a todos aquellos que piensan...es humorístico a conciencia... Así que, seguiré por aquí leyéndote y pensando. Att. Dani

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