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Mostrando entradas de 2014

Amor, meditación y Johann Sebastian Bach

A lo largo de mi vida he pasado por diversas fases musicales, culturales y me atrevería a decir que incluso filosóficas o espirituales. Quiero resumirlas aquí para proponer un nuevo lema que sustituya al estúpido y patético “Sexo, drogas y rock'n'roll”, o al demasiado terrenal “Salud, dinero y amor”. No pretendo inventar nada nuevo, pero espero poder resumir mi credo vital con el lema “Amor, meditación y Johann Sebastian Bach”. Amor en vez de sexo Los que me conocéis sabéis que me costó mucho encontrar pareja, o poder tener algo de sexo con alguien que no fuera yo mismo o la playmate del mes. En el pasado alguna vez tuve sexo sin amor, y por muy bien que lo pudiera haber pasado en aquel momento, la satisfacción que siento al estar simplemente acurrucado al lado de mi mujer al irme a dormir cada noche es mucho mayor, más sincera y más hermosa que la de cualquier noche de sexo desangelado que hubiera podido tener hace años. Cuando le compro a mi mujer un trozo de coc

Tarde ante el televisor

Os dejo un poema muy cortito que retoqué hace tiempo. Todavía tengo pendiente hacer una gran revisión de los muchos versos que escribía cuando era más jove. TARDE ANTE EL TELEVISOR Maniquíes humanos en la pantalla siempre sonriente, eternamente sonriente. Música              ligera. Música              barata. Música              siempre actual. Carmín excesivo,              barato, perfume en la garganta, pendientes que no relucen, brillos rojizos, óxido en los pechos              caídos, impostados, pálidos, fumados. Palabras              excesivas. Palabras              vacías. Palabras              siempre demasiadas.             

9 de noviembre de 2014

A pesar de no haber conseguido el nivel de ventas que hubiera deseado, de aquí a unos meses (espero que no muchos), publicaré una segunda novela con Ibuku. Su título es "9 de noviembre de 2014", y el punto de partida es muy simple: una vez celebrado el referéndum de autodeterminación de Cataluña, con victoria del sí, las tropas acuarteladas en Zaragoza bajo el mando del general Alejandro San Cristóbal atacan Lleida. Por prudencia legal he preferido que todos los personajes del libro sean inventados, aunque algunos son fácilmente reconocibles. Os dejo un pequeño avance. Espero que os guste, y si alguno de vosotros desea echarle una mirada al texto entero seguramente podamos llegar a un acuerdo (me gusta mucho el té con leche). "El nueve de noviembre de 2014 se celebró por primera vez en España un referéndum con carácter vinculante sobre la independencia de Cataluña. Los ciudadanos de Cataluña, nacidos o no en la hasta entonces comunidad autónoma, cata

Un viejo relato (censurado)

Hace cosa de cuatro o cinco años participé en un curso de narrativa. Uno de los ejercicios consistía en escribir un monólogo interior. Mi primer intento fue un tanto desacertado, pero lo volví a intentar al cabo de unas semanas. Dado el tema del relato, y la coincidencia en el tiempo con el concurso de relatos del Metro de Barcelona, decidí participar en el certamen con este escrito. A pesar de enviarlo dos veces, no apareció nunca en la web del concurso, y pienso que debió de ser censurado de alguna manera. Aquí lo tenéis. ¡La tarjeta! ¡Que no se me olvide! Tengo que volver a meterla en su sitio, que si no la pierdo ¡Joder! Siempre llego tarde a todos lados, esto no puede ser. Y el panel del metro… ¡Qué rabia! Me acabo de pegar una carrera y lo de siempre. Treinta y cinco segundos…¡Y un huevo! Ahora ya es un minuto. Y luego serán dos, o se quedará en un minuto durante cinco. ¿Podría alguien apagar esta pantalla? Total, para lo que sirve… Estoy de tele hasta la coronilla…Q

Fuimos una generación afortunada

Ya hace varios años que mi mujer y yo comenzamos a ejercer como profesores de secundaria. Además de compartir la profesión, también tenemos varios amigos que se dedican a la docencia, con los cuales no tardamos en charlar sobre nuestros alumnos y sus características. Otros amigos que no se dedican a dar clase nos acostumbran a preguntar sobre nuestro trabajo, y, ya sea con unos o con otros, es habitual en nosotros y en los que nos escuchan que pronunciemos la frase: “Esta generación no tiene arreglo”, o algo parecido. Parece que la única generación buena sea la nuestra, la más formada, la más preparada, la más humilde y trabajadora, la más esforzada y con más talento y conocimientos. Si repasamos brevemente las ideas que se han tenido sobre la juventud desde la Grecia clásica, lo primero que sorprende es que buena parte de los políticos, pensadores y filósofos de todos los tiempos están de acuerdo en que la generación inmediatamente posterior a la suya llevaría a su sociedad a

Las 3 leyes inexorables de hacer régimen

Aunque soy biólogo, no soy nutricionista ni endocrinólogo, por lo que ninguno de vosotros debería esperar que os dé las pautas definitivas para poder perder peso. Este post no trata de qué hacer para poder perder los diez kilitos que te sobran, ni para recuperar tu figura después del atracón navideño, ni como desinflar la barriga cervecera que algunos habéis criado a base de ver partidos de fútbol en el bar. Este post tiene un objetivo más humilde: explicar mi punto de vista sobre algo que todos hemos hecho alguna vez, y en lo cual yo estoy bastante experimentado. A pesar de no ser un experto en la materia, he conseguido algunos logros más que interesantes: entre junio de 2002 y abril de 2005 perdí veinticinco kilos, y entre febrero y abril de 2011 perdí doce kilos. Huelga decir que los recuperé, de lo contrario no estaría otra vez a régimen. Pero ya llevo perdidos casi siete kilos desde que volví al curro el 8 de enero. No está mal, ¿verdad? Lo que yo llamo las tres leyes

Ser buen hijo

Mi padre trabajó durante casi cuarenta años de su vida en diversas empresas del sector de la logística y el transporte internacional. De joven había emigrado a Alemania, donde conoció a mi madre, y una vez de vuelta lo tuvo relativamente fácil para encontrar trabajo en dicho sector, gracias al dominio del alemán adquirido durante su estancia en el país germano. Algunos de vosotros lo conocéis personalmente, y me atrevería decir que algunos ex-compañeros de trabajo que lo tuvieron como jefe lo echan de menos. Durante muchos años he oído las historias que mi padre, y a veces también mi madre y mis abuelos, nos explicaban de su etapa en Alemania. Algunas de esas historias me las sabía yo de memoria, pues mi padre nos las explicaba a mis hermanos y a mí para que no nos desmoralizáramos ante las dificultades, o para que relativizáramos nuestras frustraciones y decepciones, haciéndonos ver que él lo había tenido mucho más difícil y finalmente había obtenido una posición y situación

Que no acabe la crisis

Ayer me fui a dormir tarde y con una idea extraña rondándome la cabeza. Supongo que había visto demasiado la tele estos últimos días, y las noticias que avisan de que puede ser que la crisis esté quedando atrás de manera definitiva se habían infiltrado en mi subconsciente como si fueran una fina lluvia de agujas.   Que si el paro baja, que si el PIB vuelve a subir tímidamente, que si la confianza empresarial aumenta, etc… Todos corren a ponerse medallas por la gestión que han realizado de la peor crisis que ha sufrido este país desde la Guerra Civil, pero yo no quiero que tengan razón. ¿Por qué?   No quiero que la crisis acabe ahora o en los próximos meses. No es que no desee que la gente ya no sea desahuciada, que todo el mundo pueda volver a tener trabajo, que dejen de recortar en los servicios más básicos y que el país se recupere. Algún día todo esto pasará, pero no quiero que pase ahora. El motivo es muy sencillo: aún no hemos eliminado las causas ni corregido lo que nos

El verano de los náufragos

Escribí mi primera novela entre el verano de 2006 y el de 2007. Fueron meses convulsos para mí, por toda una serie de razones que los que me conocéis sabéis de sobras. Meses en que me sucedieron muchas cosas, algunas negativas, otras positivas, pero de alguna manera lo vivido entonces, para bien o para mal, tuvo su reflejo en mi capacidad de escribir una historia que había intentado poner por escrito varias veces antes sin éxito. La novela tiene bastante de autobiográfico, aunque obviamente la ficción lo adorna y mejora todo. ¿De qué trata mi primera novela? De acontecimientos que con los años he aprendido a olvidar, de personas a las que nunca olvidaré pero que quizá hubiera sido mejor no haber conocido nunca, de sucesos que me marcaron con una huella que a día de hoy sigue destilando todo mi verbo, y de la certeza de que los niños que una vez fuimos todavía viven en los hombres y mujeres que hoy somos. Os dejo una pequeña muestra del primer capítulo. Por ahora no está publicada.

La edad de Cristo

Los catalanes tenemos una frase hecha para referirnos a los treinta y tres años. Decimos que es "la edad de Cristo", aunque ahora sepamos que el que convertía agua en vino no murió a esa edad. Treinta y tres es también la edad que tengo, a medio caminar hacia los cuarenta, que, como todo el mundo sabe, es la mitad de la vida y el momento de las crisis existenciales. Este verano pasado volví al pueblo en que pasé los veranos de mi infancia y mi adolescencia, y vi de nuevo a amigos que hacía casi veinte años que no veía. Uno de ellos comentó: "ya tenemos una edad en que puede pasar que haga veinte años que no vemos a alguien". Al pensar en esa frase a solas me doy cuenta de que no es casualidad que encuentre de vez en cuando un pelo blanco entre la maraña que tengo en la cabeza. Siempre he tenido algún pelo rubio y alguno rojizo en la pseudoperilla de friki que acostumbro a llevar, pero un pelo blanco pasa de castaño oscuro (el juego de palabras con los colores