Si la decepción llama a tu puerta.

Ante todo, quisiera decir que me he propuesto firmemente escribir a partir de hoy una entrada a la semana en este blog que tengo tan abandonado. No es una tarea excesivamente difícil, si bien, dado que sólo escribo cuando realmente tengo algo que comunicar, es posible que mi monótona vida no dé suficiente de sí para escribir con tal frecuencia. Así que quizá deba hacer como tantos otros bloggers que llenan sus entradas con comentarios sobre el último libro que han leído, el último concierto al que han ido, o cosas por el estilo. Lo que está claro es que no hablaré de mis amoríos, más que nada porque no hay posibilidades de tener pareja a corto plazo.

Como podéis imaginar por lo que leísteis en el último post, acabé la segunda novela hace ya casi dos meses, la llevé al registro de la propiedad intelectual en la calle Muntaner y la envié a unas cuantas agencias literarias y editoriales. He aquí una lista detallada: ACER literaria, Sandra Bruna, Ute Körner, Bookbank, Carmen Balcells, Pontas, MB agencia literaria, Silvia Bastos y las editoriales Lengua de Trapo, Acteón y Ronsel. Tres agentes ya me han respondido, después de leer el primer capítulo o los dos primeros. Los tres han rechazado asumir su representación. Una me dijo que se alejaba mucho de lo que estaban buscando, otra no me dio ninguna razón, y la otra me explicó que “la industria editorial está en un receso muy importante que hace que agentes y editoriales deban seleccionar muy adecuadamente sus títulos, ello a veces en detrimento de obras de calidad literaria”. No hace falta decir cómo me sentí al oír eso, pero como uno ya está acostumbrado a las decepciones no me di por vencido. Hace unos días envié la novela al premio “Lengua de Trapo” y al “Café Gijón de Novela”. Por supuesto, dudo que gane alguno de los dos, pero si no pruebo seguro que no gano.
Hace casi un mes comencé a escribir una tercera novela, de la cual ya llevo catorce páginas, inspirada en una noticia aparecida en un periódico francés que, por pura casualidad, llegó a mis manos en forma de powerpoint. Espero poder escribir una buena novela corta, de unas ciento treinta o ciento cuarenta páginas a espacio y medio, y después volveré a probar suerte. Tengo también previsto escribir una cuarta novela para la que ya tengo el argumento bastante claro, y es más que probable que, antes de acabar la tercera novela, comience a prepararme para un libro de entrevistas a músicos de jazz catalanes que creo que podría ser más publicable que los anteriores.

Respecto a mi vida laboral, estoy tranquilo y más o menos contento. Hago un horario más que bueno, el ambiente es magnífico y el trabajo más o menos me gusta, aunque, al no tener nada que ver con lo que he estudiado, a veces tengo la impresión de estar desaprovechado. Si a eso le añadimos el bajo sueldo y lo rutinario que puede llegar a ser, más de una vez me siento frustrado, pero creo que en cualquier otro sitio sería igual o peor, ya que no disfrutaría de alguna de las ventajas que actualmente poseo. Lo que sí que debo resaltar es que trabajar en transporte internacional, en un campo en que no hay espacio para las inquietudes o la cultura, está propiciando en mí una suerte de despertar a la realidad adulta y de desengaño de la gran mayoría de mis ideales. A veces pienso que todo lo que me han inculcado desde pequeño es un gran engaño, que los estudios sólo sirven para pasar unos años sin responsabilidades, y que en este mundo no hay espacio para las mentes sensibles. Sólo cuando llego a casa, después de trabajar y de haber ido al gimnasio, y me siento a leer un rato, a estudiar canto o a escribir un par de páginas de mi nueva novela, me siento reconciliado momentáneamente con el mundo, aunque sólo sea por unos pocos minutos al día. Sin embargo, cuando veo que nada de ello me ha de llevar a variar mi estado actual, a mejorar en mi posición frente al mundo, a proporcionarme más que una leve sonrisa de satisfacción antes de irme a dormir, a veces deseo ser tan insensible y simple como la suela de un zapato. Pero no soy el único que se siente así, de hecho ése es el sentimiento mayoritario: la vida de uno empieza cuando sale del trabajo. Además, la única alternativa que tengo es dar clases en secundaria, y antes me corto las venas.

Hala, hasta la semana que viene…Y escribid comentarios, que sino no me entran ganas de postear.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hacía días que entraba en tu blog y no veía ningún escrito. Me alegro que hayas retomado tu actividad bloggera, sin embargo me preocupa verte tan
desánimado... a ver si en vez de mirar el vaso medio vació lo vemos medio lleno, ¿vale?.


Recuerdos

Albert


Pd.- Hay un premio literario en Tremp llamado Vent de Port. Tienes que escribir un cuento pequeño y en catalan... si te interesa me dices algo.

http://www.ajuntamentdetremp.cat/ca/cultura/ventport.aspx
Anónimo ha dicho que…
hola!! no hace falta ke me presente, no? jejeje. me alegro yo tb ke te animes a darle caña a a tu blog de nuevo.

Veo que poco a poco te vas dando cuenta de lo ke hay. el trabajo es simple y llanamente una forma de ganar dinero. no existe el trabajo ideal a no ser ke seas hijo de un multimillonario. osea, que lo que nos queda es intentar encontrar el trabajo menos cansado, mejor pagado y menos estresante que podamos para luego en tus tiempos libres poder disfrutar de la vida que quieras. no hay mucho mas que rascar.

en el momento que aceptes el trabajo como una mera herramienta para ganar dinero... lo veras todo de mejor color y podras disfrutar más de la vida. No comerse el coco con el trabajo es lo mejor que se puede hacer. Eu penso

bueno... voy a seguir currando, jejeje, que ya me queda menos pa plegar.

un saludo
Anónimo ha dicho que…
Felicidades por tu blog. Lo encontré buscando información en internet, y me ha parecido bastante interesante. A mi también me gusta escribir, aunque la escritura la utilizado más bien como herramienta conductual para aclarar las cosas y marcar lo que quiero que sean mis acciones.
También quería decirte que también he recibido tratamiento psicológico y con el que estoy altamente satisfecho, de hecho, me gustaría hablarte sobre la terapia que he seguido (que no es nada estratosférico, pero sí profunda, breve y duradera): su nombre es TREC, o terapia racional emotiva conductual, de la que uno de sus principales promotores fue Albert Ellis (murió el año pasado, E.P.D) y que aparte de su carácter eminentemente práctico (él practicaba psicoanálisis en sus primeros años de psicólogo, práctica que abandonó para dedicarse a cosas más prácticas) se centra en que el malestar que sufre el ser humano provendría principalmente de una serie de pensamientos irracionales, que al agarrarse a ellos y no ser estos sino irreales, causan ese malestar a la persona que tan poco productiva resulta).
También dice que la depresión viene únicamente del perfeccionismo de la persona que la sufre, y por supuesto, que esta conducta/actitud/forma de ver la vida puede modularse y mucho para lograr el bienestar que una persona busca y alejar los fantasmas y toda aquella causa de malestar.
Ya con los nombres que te he dicho podrás buscar si así lo crees conveniente, (tampoco me he molestado en pensar si tal vez sea la terapia que tú sigas). Ya que me gusta mucho la psicología (al menos esta vertiente) tal vez te gustaría intercambiar impresiones y conocimientos sobre esta, si así fuera te dejo mi mail:

danifc83@gmail.com

http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/ellis.htm

Que lo disfrutes, y buena suerte!

Bye,

Dani
Sergi Carballo ha dicho que…
Lo siento mucho, pero estoy sin internet desde hace tres semanas, así que no puedo escribir más que en el trabajo. Volveré a postear en cuanto tenga ADSL de nuevo.

Un saludo a todos y gracias

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