Pau
El pasado lunes día 21 Sandra y yo ingresamos en el hospital. Bueno, mejor dicho, fue ella la que ingresó. Dos semanas después de la fecha prevista para el nacimiento de Pau los doctores decidieron que era momento de inducir el parto. Llegamos a Mútua de Terrassa a eso de las nueve de la mañana. Yo ya no fui a trabajar aquel día. Nos llevamos todo lo necesario para que Sandra pasara los días del ingreso y también nos llevamos un par de libros cada uno, para matar el tiempo. A Sandra le introdujeron una cinta que dejaba ir hormonas, un método que no recuerdo como se llama pero que figuraba en un folleto que nos habían dado con anterioridad. Yo se lo pedí a Sandra unos días antes, pero al final no me lo leí. La noche antes de la inducción yo, insensible y pasota como a veces me ha dicho mi mujer que he estado durante su embarazo, dormí plácidamente. No me puse en la piel de mi mujer, a la cual le costó dormir porque en su estómago sentía unas mariposas revoloteando debido al miedo, los n