Durante estas últimas semanas he recibido contestación de tres agencias más, por lo que ya son seis las que me han respondido. Esto ya parece un partido de tenis en el que me han ganado un set en blanco: ninguna de las seis desea asumir la representación de mi manuscrito. De todas maneras, no es algo que me duela especialmente. Ahora mismo estoy escribiendo una tercera novela que creo que es bastante más publicable que las dos anteriores. Está basada en una noticia que me llegó por e-mail sobre un hospital sudafricano en el que cada semana moría un paciente en una de las habitaciones de la UCI. La historia tiene tela, especialmente el final, que no puedo desvelar puesto que es lo mejor de la historia, aparte de que no tendría ningún sentido leerse un libro de misterio si ya sabes quién es el asesino. Aunque yo no calificaría de libro de misterio esta nueva novela, puesto que, sin quererlo, siempre me acaba saliendo uno de aquellos libros repletos de descripciones abundantes, frases lar