Errores y aciertos imperfectos
Todos nos equivocamos. Es propio de nuestra condición humana, y nada podemos hacer para evitar que nos equivoquemos de vez en cuando. Algunos de estos errores nos harán madurar como persona, otros no, pero todos nos dejan una cierta mancha de inseguridad y puede que hasta de dolor. Un día descubres que quizá te equivocaste de carrera, o bien que te has portado mal con un amigo, o que no debiste tratar así a tu madre, o que no debiste suspender a aquel chico que te traía los deberes hechos cada día. Uno tras otro, los errores que hemos cometido nos han hecho ser quienes somos, de un modo u otro han dado forma a nuestra manera de pensar y de sentir, configurando nuestras emociones y maneras de actuar como si las equivocaciones fueran los diversos programas que hacen funcionar nuestro PC cerebral. Estoy a punto de acabar mi primer curso como profesor, aunque debería decir mis primeros cuatro meses. Sigo dudando en mi interior, debatiéndome entre elegir esta profesión o bien buscarme